lunes, 18 de agosto de 2014

James Arthur - Impossible

Recuerdo que años atrás alguien me dijo que debía tomar precauciones cuando se trata de amor, lo hice  Y tú eras fuerte y yo no. Mi ilusión, mi error. Era imprudente, lo olvidé, lo hice. Y ahora que todo está hecho, que no hay nada que decir. Te has ido y sin ningún esfuerzo has ganado, puedes seguir con tu camino, diles. Diles todo lo que ahora sé. Grítalo desde los techos. Escríbelo en el horizonte. Todo lo que teníamos ahora no está. Diles que fui feliz y que mi corazón está roto.Todas mis cicatrices están abiertas.. Diles que lo que tanto esperé era...Imposible.


viernes, 8 de agosto de 2014

LOLA

Era un día triste, había perdido las ganas de continuar, de sonreír. Ella se sentía consumida, acabada, y ahora tenía síntomas en su cuerpo que le daban una razón más para seguir en cama: toz, dolor de cabeza, mareos y otros. Se había acostado en el dormitorio de sus padres mientras ellos estaban fuera, habían dicho que irían al supermercado y la dejaron con su hermana mayor, ya que le daba miedo quedarse sola, aunque ese no era en realidad su temor.
El sonido de la puerta se escucho a lo lejos y la hizo apagar el televisor, ella tenía ocho años cumplidos hace tan solo un mes y medio.
Su madre apareció en el dormitorio y coloco algo sobre sus piernas estiradas en la cama. Al principio ella no distinguió lo que era hasta que vio a aquella bola peluda y negra moverse y ponerse de pie torpemente. Un cachorrito, o  mejor dicho una cachorrita camino sobre sus piernas cayendo de un costado al otro, de una forma muy graciosa. Ella sonrió otra vez.
La tomo en sus manos y le recriminó: Nunca vas a poder reemplazarlo. La cachorrita le dio un lengüetazo en el rostro y otra sonrisa le robo.
Ese once de agosto llegó a la vida de la familia un ser lleno de luz y que cambiaría todo, que les daría alegría infinita.  
Luna, Kiara, Estrella, muchos nombres aparecieron en la difícil tarea de bautizar al nuevo integrante de la familia: Lola fue el elegido. Una novela de ese entonces había dado el puntapié inicial para esa elección y fue perfecta.
A partir de ese día empezó todo. Pasaron cada segundo posible juntas, jugaron, rieron y la cachorrita estuvo para ella en sus momentos más tristes y también en los más felices.
Cada vez que la madre de la niña iba a buscarla al colegio ahí estaba Lola, ladrando, moviendo la cola y saltando como si pudiera volar, como si pudiera tocar el cielo cada vez que la veía a ella.
El llegar a casa era una fiesta, la cachorrita recibía a todos cada día como si fuera un momento único e irrepetible. Los hacia reír y sentirse bienvenidos. Ella les daba amor y seguridad, aún cuando era casi imposible de dar.
Juegos tontos pero divertidos, aventuras increíbles y especiales rodearon su infancia. La niña de ocho años ya era una adolescente, la cachorrita ya había crecido, pero sus sentimientos, su afecto el uno por la otra eran aún mayores.
Ellas salían a pasear, iban al parque, dormían juntas, jugaban, eran felices.
A pesar de todo, la adolescente a veces no estaba siempre para ella, estudiaba, salía con sus amigos, hacia otras cosas, pero siempre la perrita estaba ahí, esperándola cada vez que ella entraba por la puerta. Volvía a festejar que su hermana había vuelto.
El paso del tiempo las marco. La adolescente tenía otros problemas, otras tristezas, otras dudas, estaba cambiando. La perrita empezaba a mostrar menos ganas de jugar y más ganas de dormir.
Las lágrimas de la joven eran siempre secadas por los besos de la perra y las ganas de jugar de la perrita volvían cada vez que la joven planteaba un juego nuevo junto con su hermana mayor.
Las tres jugaban a esconderse, a perseguirse una a la otra, a la pelota y a muchísimas cosas más.
Pasaron cumpleaños, alegrías, llantos, situaciones, paso la vida y con ello llego una complicación que sería la más triste de sus vidas. Con once años, la perrita tuvo un ataque, era verano, hacía calor y el día era insoportable. Ella no paraba de caminar de un lado para otro, se subía a los muebles y tiraba la cabeza para atrás, no eran signos alentadores pero la joven no podía aceptar ninguna noticia negativa sobre su mejor amiga, sobre su hermanita.
Una visita al veterinario hizo que todo saliera bien, al menos por el momento. La perrita volvió a casa, volvió a correr pero no tan seguido, a jugar, a subirse a la cama aunque con más dificultad y como siempre siguió dando amor.
La perrita tuvo varios exámenes médicos pero no podía decirse bien si era lo que todos sospechaban, lo que todos temían.
Los meses pasaron, un segundo ataque surgió. Esta vez de noche. La joven y su padre salieron corriendo en busca de algún lugar de emergencias. La perrita paso una noche difícil, no volvió en sí a pesar de que pasaron las horas y dejo de caminar, las malas noticias era inevitables.
Nuevos exámenes se le hicieron a Lola, todos estaban nerviosos, asustados, le pidieron a uno de los doctores que por favor no tardaran más tiempo en revisarla, que estaban hace una hora o más esperando para que la atiendan: “Hay casos más extremos” – dijo una. - ¿Más extremos? – le replico.
No hay nada más extremo que ver a alguien mal, no importa cuál sea la definición exacta de esa palabra. Mal es mal para alguien que está viendo a un ser amado pasando algo terrible.
La atendieron, la sondearon, le sacaron sangre. Todo lucia normal pero el conflicto era otro, era algo neurológico, algo que solo puede verse con una resonancia.
La perrita pasó una noche en su casa, con su familia. Ellos no sabían qué hacer, la decisión era más difícil que cualquier otra que hubieran tenido que tomar.
Muchos veterinarios dijeron que no ella no podía seguir, que tenían que despedirse de ella pero la joven no iba a aceptar eso.
¿Cómo podía dejarla ir sin luchar por ella? ¿Cómo iba a darse por vencida con alguien que amaba?
Internaron a la perrita, ella estuvo siete días allí. El lugar era muy bueno, atendían de una manera excelente a cada animalito pero obviamente el ambiente era depresivo. Perros y gatos eran visitados por sus parientes humanos, algunos no volvían a sus casas mientras que otros salían curados. Lola no había mejorado mucho, no caminaba y estaba sondeada pero comía y aunque muchos le decían a la joven que ella no los reconocía, no creía en sus palabras. Ella sabía que Lola los veía, en varias ocasiones su perrita la había besado como lo hacía antes, levantaba las orejas al escuchar su voz y la miraba cuando se alejaba. La reconocía, para ella eso era la única verdad.
El séptimo u octavo día de internación le dieron el “alta” a Lola. Los médicos le advirtieron que no volvería a caminar y le sacaron un turno para hacer la resonancia, la única prueba que iba a dictar lo que ella tenía.
En el auto camino al lugar para hacerle el estudio la perrita estaba abrazada con la joven, y sin más empezó a caminar, tambaleándose como el primer día que había llegado y que había caminado sobre sus piernas en la cama.
Todos sonrieron, la suerte se había volteado aunque sea un poco.
El estudio dictamino la realidad, había un tumor en su pequeña cabecita, no era operable, no iba a desaparecer e incluso podía crecer. Fue la noticia más triste de sus vidas, o al menos de la mía.
Porque no puedo decir lo que sintieron los demás, solo puedo decir lo que sintió y siente esa joven, puedo decir lo que siento yo, ella.
Lola iba a estar medicada, se iba a intentar darle una vida más larga para que pudiera continuar a nuestro lado, para que pudiera seguir aquí.
Hubo altos y bajos. Su neurólogo venia a verla seguido y cada vez que él venía ella parecía fresca, sana, se subía al sillón, caminaba, y no parecía pasarle nada.
Ella como siempre siguió dando amor incondicional, haciéndome reír, calmando mis pesares y estando a mi lado.
Dejaba de caminar unos días y volvía a resurgir de las cenizas como el ave fénix.
Paso su cumpleaños numero doce, por dentro todos estaban felices ya que no habían creído que ese día llegaría pero aquí estaba. Un año más, doce años que cumplía Lolita.
Habían conflictos en la familia, la moral, la ética, la vida y la muerte eran temas comunes. Nadie quería ver sufrir a lo más lindo de su vida, nadie quería dejarla ir tampoco pero era un tema muy delicado, cada uno tiene distintos pensamientos y ninguno tenía razón o no.
Por mi parte yo no quería dejarla ir, no quería que ella no pudiera pelear, quería que ella decidiera o no como seguir. Lloraba y sufría al sentirme en conflicto conmigo misma.
No había nada más importante en mi vida que ella, era mi todo.
El ultimo mes dejo de caminar por tres días, no podía ir a hacer sus necesidades y bañarla seguido se hizo habitual. Volvio a resurgir, a caminar, la decisión era aun más difícil de tomar. No iba a tomarla, no iba a hacerlo.
Recuerdo que comenzó a caminar cuando estábamos solas, ella y yo en casa. Le serví comida en su plato y ella se paro y camino conmigo para comer, luego nos pusimos a caminar por toda la casa, yo estaba feliz por eso e incluso la grabe, estaba emocionada de verla así y ella también. Cuando se canso la volví a acostar, contenta por su logro.
Un domingo me fui de casa, salí a pasear, salude a Lola y me fui. Cuando volví ella no caminaba, y no volvió a hacerlo.
Visitamos a su veterinaria, ella opinaba igual que yo, que no podía tomar esa decisión, que era difícil y que había que respetar las decisiones de todos.
Con el correr de los días nos dedicamos completamente a mi perrita, a mi bebita. Tuvo problemas en la piel, hubieron cuidados especiales para ella, le di de comer en la boca y ella estaba con un apetito impresionante. Había que ayudarla con sus necesidades y con otras cosas.
Estaba cansada pero no me importaba, ella lo valía todo.
El día que dejo de querer comer de mi mano sentí una puntada en el pecho, yo sabía lo que pasaba y sabia lo que iba a pasar pero eso no lo hacía menos doloroso.
Al otro día empezó a respirar mal, hable con mi psicóloga al respecto. Hasta ese momento Lola no había sufrido pero ahora no sentía que estuviera bien dejarla así, respirando mal, eso sin dudas debía ser molesto y terrible, asi que tome la decisión.
Volví a casa y no me separé de su lado, en medio hubo otra discusión, otra decisión difícil, pero no es importante ahora.
La noche del jueves 31 de julio me acosté a su lado después de comer, la mire a los ojos, la abrace, la mime, le di agua aunque ella no estaba muy a gusto con eso, no quería ingerir nada, le jugué un poco y levanto la cabecita en ese momento, se acerco a mi cara y me beso (yo sentí que me dijo - no tengo ganas de jugar) pero podría haber sido cualquier cosa.
Hablé con ella, le dije todo lo que sentía, recordé momentos juntas, confesé que ya estaba destrozada por dentro y que me sentía devastada. Le pedí por favor que no me obligara a tomar la decisión, que no podía hacerlo, que no me sentía feliz con eso. Le dije que la amaba y que nunca ni por casualidad iba a olvidarla.
Ella me dio un besito, como aquel que me dio el primer día, mirándome a los ojos.
Nos recostamos juntas en su cucha con su cabeza en mi hombro.
A las dos de la mañana sentí frió, le di un beso y sin darme cuenta, completamente dormida, me acosté en mi cama, con su cucha al lado. Luego se fue.
Siento que con su partida una parte de mi se fue con ella. Que nunca nada va a ser lo mismo y ver sus lugares, sus recuerdos me entristecen y al mismo tiempo me dan alegría, está teñido de muchos colores el sentimiento, es imposible no sonreír con tantos recuerdos lindos, y eso al mismo tiempo me entristece porque sé que no está más aquí conmigo.
Ha pasado una semana desde que te fuiste y aun no comprendo cómo el mundo puede seguir sin vos, como la vida continua.
Un perro, es un amigo fiel, es un compañero leal, que siente y lo único que le importa es dar amor.
Nunca voy a olvidarla, nunca nadie va a reemplazarla, nunca voy a dejar de amarla.
El amor de un perro hacia un hombre es infinito, y el que tuvo un perro alguna vez en su vida sabe que eso es reciproco, que el amor es infinito y que ellos dejan huellas en nuestros corazones que NUNCA podremos olvidar, ni querremos hacerlo.


                                        Para mi infinito, mi vida entera, mi mejor amiga, para Lola. 
                                                      Siempre vas a estar en mi corazón. 


miércoles, 23 de julio de 2014

Eternamente VIVA - De ILR


"La verdad que escribir constituye el placer más profundo, que te lean es sólo un placer superficial" - Virginia Woolf


¿Qué puede impulsar a una persona a odiar a otra? ¿Su forma de mirar, de pensar, de sentir? Tal vez su apariencia, su religión, sus ambiciones, no lo sé. Fue lo primero que me pregunte al empezar a escribir esto.
Aun muchos seguimos pensando en que impulso al mundo a tal oscuridad, como la que vivieron los judíos en el holocausto.
Algunos diran que fue una estrategia económica, otros dirán que fue un fanatismo exagerado, por mi parte no encuentro una respuesta, no encuentro ningún tipo de razonamiento que me pueda explicar que condujo a tal horror.
No soy judía, no soy religiosa, no soy Europea. Podría decir que no tengo nada que ver con ello y sin embargo lo tengo todo. Nadie debería quedar excento de saber o al menos intentar conocer un poco de lo que fue esa masacre.
Hay libros, diarios, películas y muchos medios que expresan lo vivido en aquellos tiempos, pero no lo vivimos en carne propia.
El ver el maltrato de los soldados nazis, el cómo asesinaban personas sin piedad y jugaban con la vida de un ser humano trae lagrimas a mis ojos que me hacen darme cuenta de una parte pura e inocente que aun conservamos con nosotros.
Ana Frank dijo en su diario "A pesar de todo, sigo pensando que la gente es buena". La primera vez que lei esa frase sentí una serie de sensaciones diferentes recorriendo mi cuerpo, mi sangre. Sentí rabia, porque aun viendo el lado bueno de las personas no pudo salvarse, sentí impotencia, por no poder haber estado allí con ella, por no poder haberla ayudado, ni a los ocho habitantes de la casa de atrás, sentí frustración, porque era muy joven, y luego sentí algo que no esperaba sentir… sentí alegría, porque no es una simple frase en un libro, sino que es algo que una persona de carne y hueso como yo escribió, que a pesar de lo que ocurría en su vida, a pesar del infierno que estaba experimentando y a pesar de que ya había perdido casi todo, aun conservaba su bondad, su esperanza, su humanidad, aun cuando lo que la rodeaba carecía de ella.
Ana no era perfecta, no era una chica correcta, no era el modelo a seguir, era una joven normal, con pensamientos positivos y negativos como los tenemos todos. Con un poder de expresión envidiable y admirable, y con una personalidad impresionante. ¿Qué hubiera sido de ella si no hubiera muerto de tifus? No lo sé, seguramente hubiera sido distinta la historia, tal vez hubiera quedado marcada por la guerra como quedaron tantos de los sobrevivientes, pero estoy segura que ella hubiera dejado una marca en el mundo, tal como lo hizo con su diario.
Ella marco a las personas que conoció, marco a su madre, a su padre, a su hermana, y a sus compañeros de encierro, aunque no me gusta llamarlo de esa forma. Marco la vida de Peter y le hizo imaginarse una vida fuera, aunque eso no ocurrió.
Creo a Kitty, esa persona con la que podía contar sus inquietudes, los pleitos que vivía, los cambios físicos y sentimentales que iban apareciendo, y quien fue su última y más preciada compañía.
Ella confió en un pedazo de papel para confesar cada fantasía y secreto oculto y se convirtió en la escritorio que tanto quería.
Lo que más me afecta de todo, es su corta edad. Pensar en esos preciados pensamientos que no parecen de tan solo una niña de 13 años. Dirán que tal vez fue por su época, dirán que la guerra la hizo madurar rápido, dirán muchas cosas, pero  ¿saben qué? No importa lo que haya sido, ella logro que el mundo conociera su realidad, su verdad, y sobre todo… su alma.
Ana vive a través de su diario, siente, piensa, llora, aún hoy en día.
Vive en el recuerdo de todos los que han conocido su historia y seguirá eternamente entre nosotros.
Por siempre.

Escrito por ILR.

lunes, 23 de junio de 2014

El Diario de Ana Frank. (Ultima pagina)

Martes, 1 de agosto de 1944


Querida Kitty
"Un manojo de contradicciones" es la última frase de mi última carta y la primera de esta. "Un manojo de contradicciones", ¿serías capaz de explicarme lo que significa? ¿Qué significa contradicción? Como tantas otras palabras, tiene dos significados, contradicción por fuera y contradicción por dentro. Lo primero es sencillamente no conformarse con la opinión de los demás, pretender saber más que los demás, tener la última palabra, en fin, todas las cualidades desagradables por las que se me conoce, y lo segundo, que no es por lo que se me conoce, es mi propio secreto.
Ya te he contado alguna vez que mi alma está dividida en dos, como si dijéramos. En una de esas dos partes reside mi alegría extrovertida, mis bromas y risas, mi alegría de vivir y sobre todo el no tomarme las cosas a la tremenda. Eso también incluye el no ver nada malo en las coqueterías, en un beso, un abrazo, una broma indecente. Ese lado está generalmente al acecho y desplaza al otro, mucho más bonito, más puro y más profundo.
¿Verdad que nadie conoce el lado bonito de Ana, y que por eso a muchos no les caigo bien? Es cierto que soy un payaso divertido por una tarde, y luego durante un mes todos están de mí hasta las narices. En realidad soy los mismo que una película de amor para los intelectuales: simplemente una distracción, una diversión por una vez, algo para olvidar rápidamente, algo que no está mal pero que menos aún está bien. Es muy desagradable para mí tener que contártelo, pero ¿por qué no habría de hacerlo, si sé que es la pura verdad? Mi lado más ligero y superficial siempre le ganará al más profundo, y por eso siempre vencerá. No te puedes hacer una idea de cuántas veces he intentado empujar a esta Ana, que solo es la mitad de todo lo que lleva ese nombre, de golpearla, de esconderla, pero no lo logro y yo misma sé por qué no puede ser.
Tengo mucho miedo de que todos los que me conocer tal y como siempre soy descubran que tengo otro lado, un lado mejor y más bonito. Tengo miedo de que se burlen de mí, de que me encuentren ridícula, sentimental y de que no me tomen en serio. Estoy acostumbrada a que no me tomen en serio, pero solo la Ana "ligera" está acostumbrada a ello y lo puede soportar, la Ana de mayor "peso" es demasiado débil. Cuando de verdad logro alguna vez con gran esfuerzo que suba a escena la auténtica Ana durante quince minutos, se encoge como una mimosa sensitiva en cuanto le toca decir algo, cediéndole las palabras a la primera Ana y desapareciendo antes de que me pueda dar cuenta.
O sea, que la Ana buena no se ha mostrado nunca, ni una sola vez, en sociedad, pero cuando estoy sola casi siempre lleva la voz cantante. Sé perfectamente cómo me gustaría ser y cómo soy...por dentro, pero lamentablemente solo yo pienso que soy así. Y esa quizás sea, no, seguramente es, la causa de que yo misma me considere una persona feliz por dentro, y de que la gente me considere una persona feliz por fuera. Por dentro, la autentica Ana me indica el camino, pero por fuera no soy más que una cabrita exaltada que trata de soltarse de las ataduras.
Como ya te he dicho, siento las cosas de modo distinto a cuando las digo, y por eso tengo fama de correr detrás de los chicos, de coquetear, de ser una sabihonda y de leer novelitas de poca monta. La Ana alegre lo toma a risa, replica con insolencia, se encoge de hombros, hace como si no le importara, pero no es cierto: la reacción de la Ana callada es totalmente opuesta. Si soy sincera de verdad, te confieso que me afecta, y que hago un esfuerzo enorme para ser de otra manera, pero que una y otra vez sucumbo a ejércitos más fuertes.
Detro de mó oigo un sollozo: "Ya ves lo que has conseguido: malas opiniones, caras burlonas y molestas, gente que te considera antipática, y todo ello solo por no querer hacer caso de los buenos consejos de tu propio lado mejor". ¡Ay, cómo me gustaría hacerle caso, pero no puedo!Cuando estoy callada y seria, todos piensan que es una nueva comedia, y entonces tengo que salir del paso con una broma, y para que hablar de mi propia familia, que enseguida se piensa que estoy enferma, y me hacen tragar píldoras para el dolor de cabeza y calmantes, me palpan el cuello y la sien para ver si tengo fiebre, me preguntan si estoy estreñida y me critican cuando estoy de malhumor, y yo no lo aguanto; cuando se fijan tanto en mí, primero me pongo arisca, luego triste y ,al final, termino volviendo mi corazón, con el lado malo hacia fuera y el bueno hacia dentro, buscando siempre la manera de ser como de verdad me gustaría ser y como podría ser...si no hubiera otra gente en este mundo.

Tu Ana M. Frank
Asi termina el diario de Ana Frank.



sábado, 24 de mayo de 2014

Frases "El Juego de Ender"

"Algunas veces las mentiras eran más de fiar que las verdades."- Narrador. "Creo que es imposible entender realmente a alguien, saber lo que quiere, saber lo que cree, y no amarle como se ama a sí mismo."-Ender.
"La humanidad no nos pide que seamos felices. Sólo nos pide ser brillantes en su nombre"- Mazer Rackham.
"Una personaje decente que conozca el arte de la guerra no va a la batalla con un corazón entero."-Mazer Rackham.
"Los seres humanos son libres, excepto cuando la humanidad los necesita."-Graff.
"Yo quería aprender lo que significa tener un amigo."-Ender. 

"Los sueños extraños son una válvula de escape, Ender."-Mazer Rackham. 
"Si sabes lo que es la locura, tal vez no caigas en ella."-Ender.

"No hay más maestro que el enemigo (...) Sólo el enemigo te enseña tus puntos débiles. Sólo el enemigo te enseña tus puntos fuertes. Y las únicas reglas del juego son qué puedes hacerle y qué puedes impedir que te haga." - Mazer Rackham
"Hay periodos en que el mundo se reestructura, y en esos períodos las palabras precisas pueden cambiar el mundo."-Peter. 
"El talento siempre triunfa."-Valentine. 
"El respeto real tarda más que el respeto oficial."-Valentine. 
"He vivido demasiado tiempo con el dolor. Sin él, no sabré quien soy."-Ender.

"Los seres humanos son libres, excepto cuando la humanidad los necesita."- Graff a Ender

sábado, 1 de marzo de 2014

Jane Eyre de Charlotte Brontë.



No se si habrán leido Jane Eyre de Charlotte Brontë o visto alguna pelicula de este increible libro pero les recomiendo la ultima que ha salido, está muy bien hecha y dirigida y me puso la piel de gallina en cada momento.
Les dejo la sinopsis y tambien algunas frases celebres.

SINOPSIS: Jane Eyre, una muchacha educada en un orfanato y de triste infancia, es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Sin embargo, poco a poco empieza a enamorarse de él. 

FRASES:
¿Cree que porque soy pobre, oscura, simple e insignificante no tengo alma ni corazón? Tengo tanta alma y tanto corazón como usted. Y si Dios me hubiera dado belleza y dinero le costaría tanto separarse de mí como a mí de usted. Y no estoy hablándole del cuerpo mortal, es mi alma la que se dirige a su alma, como si estuviéramos más allá de la tumba iguales ante Dios. Tal y como somos.
"Las cosas y los hechos son completamente opuestos, son tan diferentes cómo la virtud y el vicio-.Los hombres suelen confundirlos, pero no deben hacerlo: La apariencia no debe ser confundida con la verdad, aquellas estrechas doctrinas humanas, que solo magnifican y favorecen a unos pocos, no deben sustituir al credo del cristo redentor. Hay -lo repito- una diferencia; y es una buena, y no una mala acción marcar la pronunciada y clara línea que los separa" 
Tú, pobre y obscura, pequeña y sencilla, eres quien quiero que me acepte por esposo.
Sabía que yo lo amaba profundamente, y que buscar mi ayuda era halagar mis vivos deseos de ser toda para él.
 ¿Conoces como yo, el terror que la gente fría imprime en el hielo de sus preguntas?
" Envidio la paz de su mente, su consciencia limpia, su memoria impoluta. Niña, una memoria sin manchas ni contaminación debe ser un tesoro exquisito. Una fuente inagotable de frescura, ¿no es cierto?"


    martes, 14 de enero de 2014

    Mario Benedetti.









    A los que buscan aunque no encuentren...

    A los que avanzan aunque se pierdan...
    A los que viven aunque se mueran.

    miércoles, 1 de enero de 2014

    SINSAJO [EPILOGO] de Suzzane Collins.

    EPILOGO:
    Juegan en la Pradera: la niña de pelo oscuro y ojos azules que baila por la hierba; el niño de rizos rubios y ojos grises que intenta seguirla con sus rechonchas piernecitas de bebe. He tardado cinco, diez, quince años en aceptar, pero Peeta deseaba tenerlos. Y es que poco a poco el Distrito se fue poblando de los nuevos niños que han nacido en el nuevo Panem, corriendo por la ciudad o yendo a visitarnos a la panadería. Era más que evidente que Peeta se enternecía cada que veía a los pequeños atreves de la vitrina, o los que pasaban por el Quemador.
    Cuando nos enteramos que estábamos esperando a la niña una serie de emociones me invadieron desde la felicidad, ansiedad, angustia y tristeza. No sé, fue un cumulo de emociones mezcladas en ese instante. Yo nunca tuve planes de casarme y mucho menos de traer niños a este mundo. Peeta…. el los anhelaba desde hace muchos años y no pude negarme después de su larga insistencia.
    Cuando le comunicamos la noticia a Haymitch este aparentemente estaba feliz por nosotros y no cabía de la emoción. Se abalanzo contra nosotros y nos dio un fuerte y cálido abrazo, desde que regresamos al Distrito después de la Rebelión el ha estado al pendiente de Peeta y de mi, pero ahora no lo hacía como mentor, ahora él era como un padre para nosotros. Por lo cual la llegada de un nuevo miembro a nuestra familia lo lleno de satisfacción y orgullo.
    Conforme pasaba el tiempo recibí muchas atenciones por parte de todas las personas del distrito, me sentí incomoda e incluso inútil en ocasiones puesto que dada mi condición yo creía que no cambiaba mucho el hecho de tener unos cuantos kilos de más, supuse que mi vida sería normal salvo que ahora llevaba un bebe en mi vientre. Durante la espera los cambios físicos se hacían notar conforme pasaban los meses, el bulto de mi vientre se incrementaba día tras día obligándome a usar ropa más holgada, mis caderas se ensancharon y mis pechos aumentaron, tenia nauseas y vómitos, por otro lado mi cabello era más brillante y sedoso envidiable para cualquier estilista del Capitolio, todos decían que me veía con un semblante hermoso y que tenía un brillo en los ojos que no se veía en cualquier mujer. Había ocasiones que tenia antojos de pan de queso, de fresas, de una humeante taza de chocolate y demás. Peeta siempre estuvo al pendiente de que yo estuviera cómoda cuando comía, cuando salíamos a la panadería, cuando me dejaba cazar, cuando tomaba mi baño habitual, incluso aun cuando las pesadillas me invadían por las noches. Nunca pensé recibir tanto esmero hacia mi persona, si estoy consciente que cuando estábamos en el Capitolio nos trataban así claro dadas las circunstancias de los Juegos del Hambre.
    Cuando la sentí moverse dentro de mí por primera vez, me ahogó un terror que me parecía tan antiguo como la misma vida. Ese sobresalto me hizo darme cuenta de la responsabilidad que ahora llevaba dentro de mi…la vida de otra persona estaba a mi cargo.
    Fui testigo de las inminentes muertes de muchos a mi paso, de Rue, Mags, Boss, Finnick, Prim, y todos aquellos fueron parte de los Juegos del Hambre y de los combatientes de la Rebelión, si yo presencie muchas de esas muertes, cada una peor que la anterior, por eso el terror de tenerla dentro de mi me hizo darme cuenta que pronto seria testigo de la vida, una vida que Peeta y yo traeríamos a este mundo. Solo la alegría de tenerla entre mis brazos logró aplacarlo.
    Ella era la más pequeña criatura que tuve en mis brazos, aparte de Prim, con mi hija fue diferente, ella había llegado a este mundo bajo la protección de unos padres que poco a poco construían sus vidas, con un Panem estable y bajo un nuevo gobierno que ha dado más libertades y seguridad a sus habitantes. Desde que ella llego a nuestras vidas, Peeta ha sido el más maravilloso padre que me pude haber imaginado en mis sueños, se desvivía por la niña, ella era mi viva imagen, pero ahora podía ver una parte de Peeta en ella, en esos ojos que cada noche fijan su mirada con la mía antes de dormir. Llevarlo dentro a él fue un poco más fácil, aunque no mucho. Nunca pensé volver a repetir la misma experiencia, y no es que no amara a mi hija como para no querer otro niño, sino simplemente aun no me hacía a la idea aun de tener una niña a mi cargo, además de que siempre tuve el temor de fallarle a ella como mi madre lo hizo conmigo.
    Cuando el niño nació los tres no cabíamos de la felicidad, este pequeño era una réplica de Peeta, su hermana estaba feliz de tener alguien con quien jugar además de Haymitch y los niños del distrito, ella estaba realmente encantada con la llegada de su hermanito porque eso la convertiría en su hermana mayor y su protectora, como yo lo fui alguna vez con Prim.
    En el Vasallaje de los Veinticinco me convencí que Peeta estaba destinado a ser padre, recuerdo que me dormí imaginándome un mundo en el cual en un Prado como este los hijos de Peeta estarían a salvo. Nunca me imagine que ese sueño se hiciera realidad, que yo podía presenciar la alegría y la felicidad que emanaban estos niños, y menos me imagine que la madre de los hijos de Peeta seria yo.
    Las preguntas han empezado. Las arenas se han destruido por completo al momento de la reconstrucción de Panem y en recuerdo a estas se han construido monumentos en recuerdo a las víctimas no solo en el Capitolio sino también en cada uno de los trece distritos.
    Ya no hay Juegos del Hambre, sin embargo; lo enseñan en el colegio y la niña sabe que formamos parte de ello. El niño lo sabrá en su momento dentro de algunos años. ¿Cómo les voy a hablar de aquel mundo sin matarlos de miedo? Mis hijos, que dan por sentadas las palabras de la canción:
    En lo más profundo del prado, allí, bajo el sauce,
    hay un lecho de hierba, una almohada verde suave;
    recuéstate en ella, cierra los ojos sin miedo
    y, cuando los abras, el sol estará en el cielo.
    Este sol te protege y te da calor,
    las margaritas te cuidan y te dan amor,
    tus sueños son dulces y se harán realidad
    y mi amor por ti aquí perdurará.
    En lo más profundo del prado, bien oculta,
    hay una capa de hojas, un rayo de luna.
    Olvida tus penas y calma tu alma,
    pues por la mañana todo estará en calma.
    Este sol te protege y te da calor,
    las margaritas te cuidan y te dan amor.
    y mi amor por ti aquí perdurará.
    Mis hijos, que no saben que juegan sobre un cementerio, donde no solo descansan los restos de mis vecinos de la Veta, o los conocidos del gobierno a los cuales Gale y yo les vendíamos ardillas; sino porque ahí probablemente también descansen los restos de los padres y hermanos de Peeta.
    Peeta dice que no pasará nada, que nos tenemos los unos a los otros y que tenemos el libro. Estoy convencida que podemos lograr que comprendan todo de una forma que los haga más valientes. Pero llegara el día en que tendré que explicarles el motivo de mis aun constantes pesadillas del cómo y cuando comenzaron y porque nunca se irán del todo.
    Les contare como sobreviví. Les contare que, cuando tengo una mala mañana, me resulta imposible disfrutar de nada porque temo que me lo quiten.
    Con el tiempo he aprendido el vivir el día a día, tengo motivos de sobra para ser feliz y comprender el motivo por el cual sigo aun con vida; sé que mis cicatrices siguen ahí porque se han fundido conmigo, que aunque vivamos en paz y armonía en Panem los recuerdos y mal sabores me han dejado marcada para siempre y es algo con lo que no solo yo tengo que aprender a vivir, porque sé que Peeta está a mi lado para compartir mi dolor y yo a su vez comparto el de él. Entonces hago una lista mental de todas las muestras de bondad de las que he sido testigo. Es como un juego, repetitivo, incluso algo tedioso después de más de veinte años.
    Aun así, sé que hay juegos mucho peores.